Mi nombre es Moisés Sheinberg Frenkel. Comparto con ustedes la siguiente historia con el objetivo de que otros vean que no están solos y de evitar, en la medida de lo posible, sufrimientos innecesarios a otras familias.
No soy muy bueno para las fechas ni tengo muy buena memoria así es que mi relato seguramente será muy impreciso pero lo quiero contar según mis recuerdos, sin recurrir a nadie que pueda sesgarme. El día en que mi único hermano Beto “salió del clóset” fue por ahí de 1992 o 1993. Más que salir del clóset, al pobre lo sacaron casi a la fuerza y eso fue lo que más nos lastimó a todos, especialmente a él.
Yo tenía poco tiempo de casado, uno o dos años, cuando recibí una llamada de mi madre diciendo que a mi papá le habían dejado un papel en su coche, no recuerdo las palabras exactas pero decía algo así como “Beto Sheinberg es homosexual y me robó a mi novio”. Mi primera reacción fue reírme pero mi mamá lloraba. Le dije a mi madre que no exagere, que seguramente alguien le quería hacer una maldad a mi hermano pero ella me dijo que mi papá lo confrontó y Beto le dijo que era cierto, que sí era gay.
A pesar de que nuestra familia fue siempre muy abierta y tolerante a las diferencias (de religión, de orientación sexual, de raza, etcétera) y de que yo tenía varios amigos abiertamente homo y bisexuales, me quedé helado cuando me enteré, por un tercero, de que mi hermano era gay. Sigue leyendo