Por Isaac Richter.*
Aunque está muy de moda estos días, el bullying es un problema que ha existido probablemente desde que los humanos se dieron cuenta que es su naturaleza interactuar con otros. De alguna forma u otra, una criatura siempre ha intentado ejercer su poder sobre otra. En el reino animal, esto sucede cada día y la criatura que pierde es una criatura que acaba siendo el desayuno de la otra. Los humanos tenemos el cerebro más desarrollado (supuestamente, para ser franco tengo mis dudas) pero hay algo en nuestro interior que viene de la naturaleza, que proviene de ese instinto que los fuertes deben vencer a los débiles y cada criatura lucha por su propia supervivencia. Los humanos somos una especie que constantemente trata de ir más allá de la naturaleza, crear una comunidad, ayudarnos mutuamente, razonar lo que nos pasa y estar consciente de nuestras acciones. El bullying es el próximo fenómeno y lo difícil de eso es que de cierta manera, se trata de suprimir un instinto de querer ser el más fuerte y tener que demostrarlo al hacer que una persona sea débil. Un humano fuerte no se come a un humano más débil (con ciertas excepciones), pero sí busca una forma de humillarlo y empujarlo cada vez más hondo.
¿Por qué estoy tocando este tema ahora? Sigue leyendo